Empezar pensando, seguir pensando, y terminar pensando...tomar decisiones que no quieres tomar.
Odiar sentir, querer llorar, ser capaz.
Quiero ir y sentarme yo sola en la arena, frente al mar, y sentir cada ola que observe a lo lejos, enterrar los pies en la arena y cerrar los ojos mientras me olvido de todo. Estar en paz conmigo misma y pensar que todo va bien, que no necesito a nadie, que puedo yo sola. Volver a abrir los ojos y levantarme, caminar hacia la orilla y mojarme los pies en el agua haciendo de ella mi cómplice, mi amiga. Desahogarme con cada ráfaga de viendo que juegue con mi pelo y gritarle al cielo en silencio. Sentirme como la única persona en el mundo, independiente y segura, sin miedo a actuar. Sonreir y susurrar que al fin soy feliz siendo quien soy.
Be yourself, no matter what they say
.
viernes, 29 de abril de 2011
domingo, 24 de abril de 2011
El precio de la sinceridad
Solo por hablarme y no mirarme a la cara, se que mientes; solo por marcharte y no responderme a donde, se que me engañas; solo por dejarme sola cuando te necesito, se que no cumplirás tus promesas...
Y es que todo parece más sencillo cuando nos escondemos tras una mentira, tras un engaño...decir lo que pensamos, hablar cuando queremos, ser nosotros mismo nos asusta, nos parece difícil y arriesgado.
Sin duda es todo un reto, pero ¿de verdad nos vale la pena escondernos de esa forma? o ¿nos reconforta tanto comportarnos con una actitud falsa e incierta con otras personas?
No puedo responder por los demás, pero si puedo hacerlo por mi. Y no, nos vale la pena, y no, no nos reconforta tanto. Me gustaría haber nacido con esta lección aprendida pero lo cierto es que lo he aprendido a base de palos, de llantos y otras muchas pequeñas lecciones.
Ya es suficiente, conformémonos con lo que tenemos, o deseemos lo inalcanzable, pero hagámoslo siendo sinceros con los demás y lo que es más importante, siéndolo con nosotros mismos. Nuestra felicidad termina dependiendo de ello.
No se que precio está dispuesto a pagar cada uno por la sinceridad, porque su complejidad y consecuencias le hacen tener un precio, pero hay algo de lo que si deberíamos estar seguros, y es del precio que estamos dispuestos a pagar
por nuestra felicidad.
"El precio de la sinceridad"
Idealista e inspirador Jeziel Martín Arrocha cuya parte de la entrada pertenece.
Y es que todo parece más sencillo cuando nos escondemos tras una mentira, tras un engaño...decir lo que pensamos, hablar cuando queremos, ser nosotros mismo nos asusta, nos parece difícil y arriesgado.
Sin duda es todo un reto, pero ¿de verdad nos vale la pena escondernos de esa forma? o ¿nos reconforta tanto comportarnos con una actitud falsa e incierta con otras personas?
No puedo responder por los demás, pero si puedo hacerlo por mi. Y no, nos vale la pena, y no, no nos reconforta tanto. Me gustaría haber nacido con esta lección aprendida pero lo cierto es que lo he aprendido a base de palos, de llantos y otras muchas pequeñas lecciones.
Ya es suficiente, conformémonos con lo que tenemos, o deseemos lo inalcanzable, pero hagámoslo siendo sinceros con los demás y lo que es más importante, siéndolo con nosotros mismos. Nuestra felicidad termina dependiendo de ello.
No se que precio está dispuesto a pagar cada uno por la sinceridad, porque su complejidad y consecuencias le hacen tener un precio, pero hay algo de lo que si deberíamos estar seguros, y es del precio que estamos dispuestos a pagar
por nuestra felicidad.
"El precio de la sinceridad"
Idealista e inspirador Jeziel Martín Arrocha cuya parte de la entrada pertenece.
viernes, 22 de abril de 2011
Me, myself and I
Día de esos en los que solo me apetece poner la música a todo volumen y estar sola un momento. ¿Razón? No hay. Supongo que cuando pasas tantos días sin ver a algunas personas te da por pensar, plantearte cosas...sí, es raro, pero bueno yo en conjunto no es que sea mucho más normal.
"Fantásticamente anormal..."
martes, 19 de abril de 2011
miércoles, 13 de abril de 2011
Sin tener que dar explicaciones
Quiero mirarme al espejo al levantarme y poder ver mi pelo arremolinado y que me guste, quiero poder vestirme de la forma que me apetezca cada día de mi vida sin escuchar un murmullo de fondo, quiero cometer errores con la certeza de poder corregirlos y aprender de ellos por mi misma, quiero salir una noche de fiesta y no arrepentirme de nada de lo que hice...no quiero que me humillen el lunes tras un fin de semana diferente, no quiero que me digan lo que tengo que hacer a la hora de tomar mis propias decisiones, no quiero...no quiero que me hagan sentir culpable por vivir mi vida cuando no perjudico ni hago daño a nadie.
Deberíamos centrarnos en vivir nuestra propia vida y dejar de juzgar tanto la de los demás, no vale la pena.
Fotos absurdas que molan
Deberíamos centrarnos en vivir nuestra propia vida y dejar de juzgar tanto la de los demás, no vale la pena.
Fotos absurdas que molan
miércoles, 6 de abril de 2011
Tras largas semanas de abandono
Suscribirse a:
Entradas (Atom)